A continuación presentamos una posible estructura para un juego que, si influye notablemente la movilidad por el marco para su resolución, hablaremos de un Juego de orientación, y si este se da en un pueblo o ciudad, y los puntos a recorrer incluyen conceptos culturales, hablaremos de un Juego de ciudad.
Este desarrollo puede tener múltiples ambientaciones, pero se resume en una "búsqueda numérica" o recopilación de respuestas que serán siempre un número.
Colocaremos en el marco de juego (el espacio delimitado) unas zonas concretas. En cada una de estas habrá una pregunta, cuya respuesta debe ser un dígito: por ejemplo, en la habitación tal, di el número de bombillas, o en la plaza norte, di el número de bancos.
Si la ambientación va en torno a abrir el cofre de un tesoro, por ejemplo, la combinación para abrir este cofre será el conjunto de respuestas de todas las zonas por las que los jugadores han pasado.
Esta estructura es sencilla y si la ambientamos correctamente puede ser muy atractiva. Además es muy rápida, permitiendo realizar juegos de orientación o de ciudad en muy poco tiempo (por ejemplo, cuando llegamos a un sitio que desconocíamos, y tenemos que preparar una actividad).
Para complicar o intensificar la parte de orientación, no daremos una hoja de tareas o mapa en el que figuren todas las zonas del marco donde hay pregunta, sino que realizaremos algún tipo de recorrido que tengan que hacer los jugadores paso a paso, con indicaciones topográficas, no pudiendo llegar a una zona si no localizaron la anterior.
Para complicar o intensificar la parte de juego de ciudad, introduciremos las preguntas con cierto contenido cultural, de tal forma que, más que saber abiertamente qué hemos preguntado, tengan que deducirlo una vez lleguen a la zona de la pregunta (a la plaza, monumento, calle,...)
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