martes, 26 de noviembre de 2013

Teorías de la atención: consejos

La atención es un “interés en acción”. Cuando depositamos nuestra atención en un objeto, que puede ser un estímulo exterior o un pensamiento interior, la percepción hacia este se vuelve más intensa, y no advertimos nada más que dicho objeto, aislándonos del resto del mundo y de nosotros mismos. Por eso no podemos mantener la atención en más de una cosa a la vez. Cuando así se dice que sucede es, o bien porque se produce un cambio de atención en dos o tres décimas de segundo, o bien hablamos de actos debidos a automatismos. 

Existen dos tipos de atención, importantes a tener en cuenta: la espontánea, más natural, cuando la atención se manifiesta como respuesta a un interés inmediato. Y la voluntaria, la que se mantiene con esfuerzo por un deseo propio. 

La atención sostenida se transforma en oscilante, variando continuamente de intensidad y claridad. Es decir, es imposible mantener la atención en un sujeto o hecho por tiempo ilimitado. Esto da como resultado lo que conocemos como curva de atención u olas de la atención: en el punto más bajo de dicha línea debemos llamar la atención, y en el punto más alto comunicar lo más importante, pues tenemos la atención de todos.

Además, la falta de atención es contagiosa: un individuo que desatiende puede crear estímulos que provoquen la pérdida de atención de otros. 

El monitor debe conocer cómo promover intereses, curiosidad y viva atención durante su intervención, e incluso antes de esta. Debe cuidar la atención como objetivo fundamental: 

  • Controlar uno mismo la curva de atención, que sea el monitor el que pase de 
  • atender un objeto al otro. 
  • Si atendemos, atendemos. Si cambiamos el punto de atención, lo cambiamos. Los puntos intermedios que no se controlan, o dejarse llevar por los participantes, puede ser frustrante. 
  • Hay que cuidar la atmosfera del marco: luz, temperatura, contaminación acústica, orden,… 
  • Comunicar despacio, claramente y con variaciones. 
  • Anteponer a la charla, las conversaciones, el dialogo y la participación activa: no decir nada que pueda decir los participantes. 
  • Colocarse en un lugar visible para todos. 
  • Preparar lo que se va a comunicar con antelación, tenerlo bien en mente. 
  • Distribuir el discurso con cosas más sencillas y más difíciles de entender. 
  • Mezclar otros elementos, como la gimnasia y el canto, para restaurar las energías fisiológicas y psíquicas. 
  • No superar nunca la capacidad de resistencia: La atención no es ilimitada. 

martes, 12 de noviembre de 2013

Primeros auxilios psicológicos

En nuestra labor como monitores de Tiempo libre vamos a encontrarnos diversas situaciones en las que tendremos que hacer las veces de socorrista.  Tradicionalmente los socorristas se han ocupado de aliviar el sufrimiento físico pero actualmente cada vez es mayor la preocupación por aliviar a la vez el psicológico, entendiendo a la persona como un todo. De ahí la importancia de esta entrada como guía para mejorar nuestra labor a la hora de abordar primeros auxilios psicológicos.

La mayor dificultad para dar auxilio psicológico a las personas estriba en su enorme disparidad de reacciones posibles. Por extensión, los primeros auxilios psicológicos son los actos o actitudes que van a prodigar a una víctima con una “lesión psicológica”.

La aplicación de los primeros auxilios psicológicos, consistentes en “ayudar de forma inmediata a las personas a atenuar los conflictos emocionales causados por la vivencia de situaciones traumáticas, mediante la utilización de técnicas simples basadas en métodos o teorías psicológicas”, requiere dos tipos de respuesta: Saber ser y Saber hacer.

Como socorrista debes proceder teniendo en cuenta los sentimientos de la persona afectada, aplicando humanidad y sensibilidad. Saber ser y estar: se trata de dar una respuesta de carácter interpersonal.

Al mismo tiempo debes adquirir los conocimientos y técnicas necesarias que te permitan actuar adecuadamente en cada situación, en coordinación con el resto de tus compañeros: saber hacer. Es una respuesta de carácter técnico que debes utilizar, complementándose con el resto de los miembros del equipo.

La primera aproximación al afectado es transmitirle que está ahí para ayudarle y que vas a seguir estando el tiempo que sea necesario.

Se tiene que ser consciente de que en la fase inicial la víctima puede estar en estado de shock y puede mostrar alternativamente inestabilidad afectiva (como estar aturdido), o reacciones emocionales intensas (lloros, gritos,…). No te alarmes, son comportamientos normales que se dan ante situaciones anormales. Tu labor en ese momento es la de:
- Apoyar: haciendo sentir a la persona que está acompañada.
- Escuchar: ayudándole a expresar sus temores, su pena, sus sentimientos.
- Orientar: sugiriéndole, si está desorientado, lo que debe hacer en ese momento.

En los primeros auxilios psicológicos, la escucha es el principio más importante. La persona afectada debe poder contar, si lo desea, lo que le ha pasado; expresar tanto sus pensamientos como sus emociones. Es posible que su relato suene bastante increíble, pero es lo que piensa que le ha pasado. Solamente se tiene que hacer preguntas, si aclaran aspectos que puedan mejorar la ayuda. A veces el silencio acompañado de silencio es la mejor ayuda.

La finalidad de los primeros auxilios psicológicos y apoyo humano es en suma:
- Aliviar el sufrimiento de la persona.
- Facilitar la rápida reorganización de su actividad.
- Prevenir el agravamiento.

- Contribuir a su restablecimiento físico.

martes, 5 de noviembre de 2013

Hacia una conciencia medioambiental


Como monitores de Tiempo libre vamos a desarrollar gran parte de nuestra actividad en espacios naturales, siendo éstos no sólo un mero escenario donde trabajar sino gran parte de nuestra enseñanza y aprendizaje, por ello, vamos a beneficiarnos de que es posible impartir las clases en plena naturaleza para hacerles ver que no podemos seguir contaminándola. Respetar y conocer nuestro entorno es vital para el desempeño de nuestra función. Forma parte de la Animación sociocultural fomentar una mejor utilización de los recursos, lograr una educación en valores, capaz de transformar aquellas detestables acciones con las que estamos degradando el medio y promover actividades didácticas y amenas que contribuyan a evitar el temido cambio climático.

Solo mediante el cariño al medio ambiente transmitiremos a nuestros participantes una conciencia de respeto y sostenibilidad.

Cuando estamos del lado docente somos los responsables de lo que queremos transmitir y hemos de establecer correctamente los objetivos de nuestra praxis; teniendo en cuenta la singularidad de que nuestro aula puede ser la ribera de un río, un sendero de castaños, o un campo de amapolas, debemos aprovechar las infinitas posibilidades que nos ofrece este emplazamiento para hacer más participativas, entretenidas e ilustrativas las horas lectivas. 

El entorno de un aula de naturaleza, como el que tenemos para los cursos de monitor de Tiempo libre, debe ser único, aunque también podemos encontrar espacios naturales en los que desarrollar nuestra actividad. Pendas que simplemente paseando por todo este espacio natural podemos explicar a nuestros alumnos todo lo que queremos que entiendan; y, es que, sean los protagonistas de un cambio en sus quehaceres cotidianos, que con el simple gesto de cerrar el grifo mientras nos cepillamos los dientes o reciclando el aceite que usamos para cocinar e incluso usando con moderación el aire acondicionado, podemos añadir nuestro granito de arena para que la tierra no deje de ser apta para la vida.

Os invito a ver un video, no sin antes decir que debemos tener presente que la Tierra es nuestro hogar mientras vivimos en ella, pero que no nos pertenece, que fue la casa de nuestros padres y será la residencia de nuestros hijos, por este motivo debemos cuidarla, protegerla y lograr que sea un lugar habitable para todos los seres vivos.


«Sólo después de que el último árbol sea cortado.
S
ólo después de que el último río sea envenenado.
S
ólo después de que el último pez sea apresado.
S
ólo entonces sabrás que el dinero no se puede comer.»
Profecía India.