Muchas
son las teorías sobre la creación de las primeras escuelas de Tiempo libre y Animación sociocultural, pero una de las más fiables surge de la
investigación y descubrimientos del arqueólogo Bogabantes Smith, que sitúa a la
Escuela Istrión como la precursora
de las escuelas de Tiempo libre, datando
su fundación, tras la fusión de las seis Casas, entre el año 470 y 480 a. c.
Proliferaban
por entonces las academias, buscando todas dar con lo que Eurípides llamó “el arte práctico del buen gobierno”.
Fueron dos de estas, dedicadas principalmente a la formación y al estudio de
los seres humanos, las que plantearon la necesidad de crear una formación
destintada a aquellos en proceso de adaptación al mundo, que a su vez fuese un
estilo de vida, y una forma de ensanchar el alma (animacius socioculturalensis vitae).
Crearon
un primer curso estas dos, que pasaron a ser Casas de una misma Escuela: La Casa Morada, que tomó por blasón un
grillo, y la Casa Verde, que tomó por
blasón un oso. Hay quienes afirman que para este primer curso buscaron la mejor tierra, en todos los sentidos, instalándose en el corazón de lo que hoy día se conoce como Andalucía, y que incluso fundaron una ciudad, Málaga, para poder funcionar mejor, aportando a esta sus colores para la bandera.
Los
frutos de este primer curso sonaron por todas las ciudades y los puertos. Por
aquel entonces dos academias más, que formaban a su vez ciudades estado que
estaban en continua batalla, se interesaron y unieron a esta nueva Escuela. Se creó
otro curso en el que una de estas dos, la Casa
Roja, se alió con la Casa Verde
bajo el blasón de un lobo. Y la otra, la Casa
Azul, con la Casa Morada, bajo
el blasón de un halcón. Estas dos nuevas casas deseosas de la competición,
fueron las que introdujeron las famosas Olimpiadas de la Escuela, u Olimpiada de monitores.
Pero
la fundación definitiva, y su mayor esplendor, llegó cuando otras dos Casas,
maestras en la dramaturgia y la filosofía, se unieron. Además, con los aportes
de estas dos se cerraron los detalles para la bienvenida de los nuevos
miembros. Ya entonces la selección se realizaba mediante el Espejo histrión, una antigua reliquia
hallada bajo una montaña.
En
los primeros cursos, tan numerosos, cada Casa funcionó sin alianzas: La Casa Morada que retomó el blasón del
grillo. La Casa Verde con el blasón
de un caballo. La Casa Roja que
adoptó el blasón del lobo. La Casa Azul,
con el blasón de un martín pescador. La Casa
Amarilla con el blasón de un gorila. Y la Casa Rosa, con el blasón de un águila.
Se
creó así la Escuela Istrión, Escuela
de lo que se llamó Tiempo libre (tempus devacacionis), cogiendo como
color representativo la suma de todas las Casas, o sea, de todos los colores
pigmentarios, el marrón, pero buscando desde ese color un tono más alegre, es
decir, el color Naranja, símbolo hoy
día de muchas otras academias.
Los
años pasaron y las Casas en cada curso permanecían tal cual, o se aliaban bajo
un mismo blasón. Cabe destacar en la historia de la Escuela la alianza de las Casas Morada y Rosa bajo el blasón de un áspid, cuyos alumnos fueron después
famosos filósofos y matemáticos. O el blasón del águila de la Casa Azul, que se cree fueron
promotores de lo que se llamó Imperio
Romano. O el descubrimiento de América, acontecido de casualidad por las Casas Verde y Roja bajo el blasón de un león marino, cuando estaban de excursión
con unos barquitos. O el también curioso acontecimiento de la Casa Amarilla bajo el blasón de un
tigre que, en una excursión cultural por París en 1789, ante el jaleo que
armaron por las calles cantando “que
viene mamá pato”, la población creyó que había estallado la revolución, y
se echó a las calles.
La
rivalidad entre Casas es sonada, pero también la unión y el aprendizaje que se
da bajo la misma bandera de la Escuela.
Tras varios reveses de la historia, permaneció cerrada u oculta en algunas
épocas, hasta que por fin una nueva fusión entre las seis Casas ha vuelto a
abrir la Escuela Istrión de Tiempo libre.
“¡Seamos faro, seamos huella!”.
“¡Seamos faro, seamos huella!”.
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